¿Cuántas veces te has planteado cambiar de profesión?
Durante la pandemia hemos visto publicaciones de personas que lo han hecho y algunas de ellas se vuelto virales.
Los comentarios generales les elevan a «nivel Dios» por su resiliencia y capacidad de reinvención profesional.
¿Qué vemos en ellos que no somos capaces de hacer?
Para la respuesta que se me ocurre, deberíamos llevar la situación a lo mundano, al mundo real.
Porque cuando se trata del techo y la comida tuya y la de los tuyos no pensamos en likes. Buscamos soluciones rápidas y tal vez momentáneas a una crisis real que estamos sufriendo en nuestras carnes.
Eso es lo que hizo el piloto ‘viral’ Patrick Pawelczak que después de esos trabajos temporales, hoy en día es Air Cargo Charter Consultant en Aviocharter, la compañía de servicios aéreos de carga urgente y de gran tamaño.
Mi accidente controlado en la vida profesional
En mi caso también he cambiado de profesión unas cuantas veces.
De hecho me he atrevido a trabajar en algunas labores sin experiencia oficial previa, no siempre es posible escoger. Es la oportunidad que hay y es mejor cogerla.
Para evitar sorpresas indeseables en mi camino profesional me aplico dos normas:
- Generar nuevas oportunidades trabajando gratis en proyectos o encargos cortos.
- Potenciar mis habilidades innatas y ponerlas en valor en ese trabajo gratuito.
Lo que se me da bien, me lo paso mejor y además me puedan pagar por ello. Parece de manual, aunque para mí es aplicar el sentido común.
Qué es más fácil ¿aprender algo ajeno a tus aptitudes o algo que puedes aprender rápido porque resuena contigo?
En mi caso escojo lo segundo. Mi curva de aprendizaje es más corta, demuestro mi valía y en algunos casos me sirvió para conseguir mi siguiente proyecto o empleo. Además suma a mi experiencia laboral, porque conecta diferentes ámbitos profesionales a mi nivel general de experiencia.
Aquí podríamos volver a pensar en nuestro amigo piloto:
Si eres una persona que no le importa hablar con extraños podrías ser repartidor. Y si eres manitas puedes ser ayudante de un albañil. Aunque esas labores no suman a su profesión de piloto, por ‘viralidades’ de internet ha demostrado su capacidad de adaptación ante lo desconocido.
La resiliencia y adaptabilidad son un valor profesional en alza.
Buscando tu “Yo” Laboral
En momentos de crisis laboral ninguno de nosotros piensa en que el trabajo que vayamos hacer nos llene. Aunque para mí es vital.
Entonces ¿soy mi trabajo? No lo creo, más bien soy lo que hago con mi trabajo.
Es muy posible que cambie de profesión en el futuro teniendo en cuenta lo que se me da bien y disfruto con locura. Porque lo que siempre hago —y sigo haciendo ahora— es generar oportunidades en otras áreas.
Porque no sólo ahora hay crisis laboral a nivel general, también cada profesión está pasando por un profundo reseteo. Y no puede pillarnos por sorpresa.
Para eso siempre me hago esta pregunta: ¿Me estoy desarrollando como profesional o me estoy estancando?
No hay que empeñarse en querer trabajar en algo para siempre, sí o sí. Es es lo que me ha enseñado mi vida, a veces a tortas. Y suelo tomar buena nota de ello.
Mi reflexión es que si las circunstancias cambian, es más sano cambiar, ser flexible y moverse rápido. Valorar nuevas opciones en vez de mantenerse parado (y en paro) esperando que las oportunidades aparezcan a la medida de nuestras necesidades.
Necesito hacer lo que dependa de mí. Responsabilizarme de mi presente y futuro. La clave es no tener apego y querer seguir aprendiendo.
De hecho, hasta 2020 estuve trabajando por cuenta ajena y propia. Para cuando llegaron los ERTE a la cadena de tiendas en la que estaba como director de Visual Merchandising, yo estaba trabajando desde casa como diseñador web en pleno confinamiento.
Poco después pedí mi baja voluntaria para seguir mi camino.
Para terminar y sigas tu camino profesional
Es bueno y revelador estar siempre bien informado de lo que sucede, no estar de espaldas a la realidad laboral y económica de tu sector profesional. Es necesario oír varias fuentes, siempre diversas para sacar tus propias conclusiones.
Poner todos los huevos en la misma cesta, pocas veces a dado buenos resultados.
De ahora en adelante tal y como ha cambiado el mundo en un año, lo mejor que podemos hacer es que los cambios (y también la inspiración) nos pillen trabajando.
Y a ser posible, en algo nuevo.